7 de noviembre de 2012

-Yo tampoco creo en la felicidad como un estado permanente, si no como pequeños momentos que duran menos que un suspiro, pero de una belleza sobrecogedora, en que todo calza. Y estoy segura de que cada una de esas diminutas epifanías vale cualquier eternidad de sufrimiento.
Sinfonía Eterna. (Rebeca F. San Román.)

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